El 28 de diciembre de
1962 se inauguró, en la esquina que forman las calles Bentagache y Blas de Lezo
en La Isleta, el Cine Litoral, ese día se proyectó la película MACISTE, El
Coloso, en función de tarde, 19.15, y otra función nocturna, 22.15, destacaba por la amplitud de sus diferentes elementos,
como la sala de proyecciones, el vestíbulo o la cantina, sus primeros
propietarios fueron Rafael Montenegro Pérez y Santiago Ceballos Perdomo,
cuñados ya que Ana, hermana de Santiago se había casado con Rafael en febrero
de 1953.
En 1960 habían empezado con las formalidades administrativas
para la instalación del cine con capacidad para 690 espectadores.
Después del cese de las proyecciones el edificio se convirtió en el supermercado Naimport 6 y posteriormente en un
Hiperdino, antes y coincidiendo con la actividad de cine, también tuvo otros
usos, como lugar de asambleas vecinales, celebración de espectáculos benéficos,
local electoral, hoy en día el edificio presenta un deterioro importante, incluso sin techo.
A
principios de los 60 el cine era fundamental en la vida de la sociedad canaria,
sólo en Las Palmas de Gran Canaria existían, en el momento de inaugurarse el
Litoral, los cines Astoria, Avellaneda, Avenida, Bahía, Cairasco, Capitol,
Carvajal, Colón, Cuyas, Goya, Guanarteme, La Luz, Millares, Plaza, Recreativo,
Rex, Rialto, Royal, San Roque, Santa Catalina, San Cristóbal, Sol, Triana,
Torrecine, Vegueta y Victoria.
No
cabe duda que dentro de la importancia de los cines el Litoral representa una
parte muy importante de la historia del barrio. Al hablar con mi padre (Jorge
Pulido Martin) para recabar información, aprovechando que fue de las primeras
personas que trabajó en la cantina, me asombra que recuerde perfectamente la
primera película que se proyectó, recordando también la ventaja que suponía para
la visión de las proyecciones que la sala tuviera inclinación, cuestión que hoy
nos puede parecer lógico pero que en aquella época era una diferencia
importante.
Dentro
de estos recuerdos que me trae recordar el Litoral, me vienen 2, primero como
saltábamos en la sillas de madera cuando cabalgaban los protagonistas de las
películas, para simular con el choque de las 2 partes el ruido de los cascos de
los caballos, evidentemente con el consiguiente enfado de los encargados del
cine, como segundo recuerdo que en el verano de 1982 se proyectó el film
“Evasión o Victoria” interpretado por jugadores de fútbol de la talla de Pelé,
Osvaldo Ardiles o Bobby Moore, pues bien en el momento que Pelé marca el gol
famoso de tijereta, recuerdo todo el cine celebrando el gol como si estuviera
en el estadio, lo mejor que mi hermano y yo terminamos abrazados en el pasillo
a otros espectadores como si fuésemos parte del equipo que estaba disputando el
partido.
Pues, este era el Cine Litoral
y así vivíamos el cine en él.
Pues, este era el Cine Litoral
y así vivíamos el cine en él.
jps, La Isleta a 28 de diciembre de 2019.