Portada Libro Vacaguaré, Secundino Delgado. |
El próximo 12 de
julio se conmemoran los 150 años de la publicación del nº 1 del
periódico “EL TIME”, primer periódico editado en la isla de La
Palma, con este motivo y como homenaje a las personas que hicieron
posible este importantísimo acontecimiento, me gustaría ir
reproduciendo artículos aparecidos en este periódico.
Para empezar me parece adecuado publicar algo relacionado con el motivo que me hizo,
hace ya algunos años, interesarme por este periódico.
Secundino Delgado
utilizó como prologo de su obra bibliográfica “Vacaguaré...!”
el capítulo VII de la leyenda palmera del mismo nombre publicada en
formato libreto a partir del mismo número 1 de “EL TIME” y
escrita por el polifacético palmero Antonio Rodríguez López.
Bajo estas líneas
les reproduzco el prologo de la mencionada leyenda, este fue
publicado en los números 1 y 2, los cuales vieron la luz los días
13 y 19 de julio de 1863.
“VACAGUARÉ!
PRÓLOGO.
Bardos de las
antiguas edades! Ustedes que elevaron su canto, repetido por el eco
de los valles de mi patria: ustedes que ceñidos de guirnaldas de
hivalvera, entonaban la triste endecha al pié de los altares del
celeste Abora! ¿Por qué no hacen ya resonar sus voces en las
colinas de Benahoare?
Ah! Las
pirámides sagradas han caído por tierra, y las concavidades de
Aceró repitieron con ecos tristes el terrible sonido que produjo la
corona de Tanausú al despedazarse contra las rocas de la hondura que
domina el áspero Adamacánsis!
Raza
benahoarita! ¿Dónde estás? Yo vengo hoy aquí, a sentarme sobre el
basalto del Roque de los muchachos, que las nubes coronan…. Desde
esta altura mis miradas se derraman por la redondez de La Palma...
Mis ojos buscan los numerosos rebaños conducidos por los antiguos
Menceyes, las danzas de las hermosas palmeras, blancas como la espuma
del mar y arreboladas como las hojas de la rosa de la tierra….
Pregunto a las grutas sepulcrales de los antiguos isleños….
Nada! Las doce
coronas cayeron por tierra, y las ligeras cabras, trepando a los
lugares inaccesibles, se ocultaron en la salvaje soledad... Cesaron
las danzas pastoriles, y las fuentes no retratan ya en sus cristales
el rostro de las hermosas benahoaritas… Las paredes de los
sepulcros se han desmoronado, y la planta del campesino ha profanado
su recinto…
Sólo aquí, en
los eriales de esta cumbre desierta.... en derredor de esta roca que
domina la redondez de la isla, parece vagar el postrer suspiro de la
raza primitiva, acompañando mi tristeza…
El sol se ha
sumergido en el mar por el horizonte de occidente…
Es la hora de
los misterios y de las visiones….
La bruma se
despliega a mis pies, y cubre como un blanco sudario toda la
tierra….El basalto del Roque se conmueve…Una sombra sin contornos
fijos se levanta súbitamente a mi vista…. La niebla que la rodea
se deshace…y una fantástica figura aparece ante mis asombrados
ojos… La retama corona su frente, y sus mejillas han palidecido con
la tristeza… Sus labios se abren, y oigo su voz interrumpiendo el
silencio del crepúsculo de la tarde:
-Yo soy el Genio
de Benahoare la que poblaba los mares con el perfume de sus flores.
Yo sentí rasgarse sus entrañas con espantosos terremotos cuando
separaron las siete gemelas de Atlante…Guardo todas las historias
de tu patria que es la mía; he recogido los suspiros de amor de los
primitivos insulares, y he visto elevar las respetables paredes de
sus sepulcros, cuando el dolor vertía en sus corazones su hiel más
amarga que la savia que circula por los tallos del anaferque…
Más
tarde…cuando Abora hizo lucir con brillantez sangrienta la roja
luna, augurio de desgracias, sentado en este Roque, el más elevado
de las alturas de La Palma, escuché el rumor de los combates, y el
grito de ¡victoria! del conquistador hirió mi oído como la
explosión del volcán…
Entonces lloré…
Y mis lágrimas,
cayeron al pie de esta eminencia, conmovieron el estéril terreno que
le circunda, y de mi llanto brotó la flor del pensamiento palmense,
única planta que vegeta en estos lugares infecundos…
Aquí, pues,
están todos los recuerdos de Benahoare…Antes que la luz
crepuscular fenezca, y descienda la noche del azul seno de tigotan,
escucha una historia de amores.”