19 de agosto de 1914, fallecimiento de Nicolás Estévanez.



"Lo vi y lo amé. Es un anciano corpulento, nervudo, de mirada franca; revela una voluntad poderosa, como poderosa es su naturaleza física, tiene grandes bigotes blancos y retorcidos, una perilla exuberante y también muy blanca. De ademanes desenvueltos, como las de un gran jefe; noble a veces y fiero a ratos. Viste de negro y cubre su traje un abrigo oscuro.
 
    Me espera en el interior de la reja. Sus palabras penetran dulce y amorosamente en mi corazón sediento de cariño. Es canario: el más grande de la época; el único. Mi tierra hoy sólo produce entecos, esclavos y eunucos al nacer. El que me habla no es de estos, tiene la arrogancia de los grandes de antaño. Y si no lleva la sangre de aquellos, se ve que mamó en el mismo ambiente.
     Antes que me diga su nombre lo adivino; es Nicolás Estévanez..."
         “Me pregunta por sus peñas, por mi familia, por mi prisión…
         Me cuenta, riendo buenamente, que Millán Astray trata de asustarlo, y le contesta que sus recuerdos más gratos son los procesos y persecuciones del gobierno español y añade:
         -Estaría aquí, contigo, todo el día, hablando de allá--- de mi hermano Patricio, de mis amigos, de mi almendro…pero están ahí detrás; no me dejaron solo; nos están oyendo.
         Se despidió. Me deja un mazo de cigarros, me aprieta la mano fuerte y nerviosamente…..”

         Texto de Secundino Delgado publicado en su obra ¡Vacaguaré...!, en el que describre a Nicolás Estévanez en el momento de su visita a la carcel modelo. Recordamos que D. Nicolás fue fundamental en las gestiones encamindas para la liberación de Secundino Delgado.

Tiempo

BLOGS

OTROS ARTÍCULOS.

Traductor.