La creación y
desarrollo de la academia de Manolo Ramos, donde Carmita pudo desarrollar sus extraordinarias
cualidades, no fue sólo por el tenaz empeñó del maestro sino fue apoyada por
amplios sectores del pueblo isletero.
En Agosto de 1933 un
grupo de obreros del Puerto acudieron a una reunión con el presidente del
Cabildo para exponerle la necesidad de la creación de un centro artístico en la
zona del Puerto de la Luz, zona muy abandonada en el aspecto cultural en
aquella época, el objetivo principal seria que los jóvenes menos pudientes económicamente
tuvieran una oportunidad de desarrollar su arte, esta petición tuvo muchas
dificultades para salir adelante pero no pararon en su esfuerzo para conseguir
que un artista tan importante como Manolo Ramos tuviera la oportunidad de
enseñar a jóvenes que de otro modo no tendrían capacidad económica para pagar
clases.