Actos de homenaje a Nicolás Estévanez por el 104 aniversario de su fallecimiento:
“Lo vi y lo amé. Es un anciano corpulento, nervudo, de mirad franca; revela una voluntad poderosa, como poderosa es su naturaleza física, tiene grandes bigotes blancos y retorcidos, una perilla exuberante y también muy blanca. De ademanes desenvueltos, como las de un gran jefe; noble a veces y fiero a ratos. Viste de negro y cubre su traje un abrigo oscuro.
Me espera en el interior de la reja. Sus palabras penetran dulce y amorosamente en mi corazón sediento de cariño. Es canario: el más grande de la época; el único. Mi tierra hoy sólo produce entecos, esclavos y eunucos al nacer. El que me habla no es de estos, tiene la arrogancia de los grandes de antaño. Y si no lleva la sangre de aquellos, se ve que mamó en el mismo ambiente.
Antes que me diga su nombre lo adivino; es Nicolás Estévanez...” (Secundino Delgado).
Y a Tomás Chávez por el 105 aniversario de su nacimiento:
Que la rabia de un volcán
brota del alma de Chávez
tú lo sabes, Tamarán,
y tú, Gomera lo sabes
Contigo Chávez, contigo
ando yo, codo con codo,
no sólo por ser mi amigo,
por ser guanche sobre todo.
(Francisco Tarajano)
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